
Cuando la vida social pueda retomarse de nuevo y no sólo tengamos miradas bajo las mascarillas con desconocidos como si fueran contactos; cuando los abrazos pasen a ser de nuevo caricias; cuando los desconocidos se junten sin ser clandestinos; cuando las proposiciones se vean cumplidas, cuando el tiempo perdido se presente ante nosotros retando a recuperárlo...
Entonces llegará el día en el que cualquier tiempo pasado ya no nos parezca mejor, y cuando ese futuro sea presente estaremos ahí para disfrutarlo.